;n de rutina de la función cardiaca durante el tratamiento con epirubicina puede incluir electrocardiograma (ECG) y la eva luación de la fracción de inyección del ventrículo izquierdo (LVEF). Los cambios en el electrocardiograma son generalmente indicativos de una toxicidad transitoria, pero una reducción del voltaje de QRS o una prolongación más allá de los límites normales del intervalo del tiempo sistólico pueden ser indicativos de una disminución en el LVEF lo cual es típico de las cardiopatías inducidas por antraciclinas. Dado el riesgo de que se presente una cardiomiopatía, una dosis acumulativa de epirubicina de 900 a 1,000 mg/m2 solo deberá ser excedida con extremada precaución (tanto con dosis convencionales como con dosis altas por ciclo): arriba de este nivel de dosis el riesgo de desarrollar falla cardiaca congestiva se incrementa considerablemente. En la presencia de otros factores de riesgo (por ejemplo, enfermedad cardiovascular activa o latente radioterapia previa o concomitante para el área mediastinal-pericardial, terapia previa con otras antraciclinas-antracenedionas, y el uso concomitante de otras drogas cardiotóxicas). La toxicidad cardiaca por epirubicina puede ocurrir a bajas dosis acumulativas: bajo estas condiciones el monitoreo de la función cardiaca debe ser particularmente estricto, y debe ser eva luado el riesgo-beneficio de continuar el tratamiento con epirubicina bajo condiciones de función cardiaca dañada.
eva luación de la función hepática: Dado que la principal ruta de eliminación de la epirubicina es el sistema hepatobiliar, en el caso de una función hepática reducida o si existe dificultad en el flujo de salida de la bilis, puede ocurrir una eliminación retardada de la droga, con un incremento en la toxicidad promedio. Por lo tanto la función del hígado (bilirrubina, AST, ALT, y la fosfatasa alcalina) deberán ser eva luadas antes de comenzar el tratamiento con epirubicina, y la dosificación de la droga debe ser reducida en pacientes con función hepática dañada. Comúnmente las instrucciones utilizadas para la reducción de la dosis bajo condiciones de función hepática dañada están basadas en los niveles séricos de bilirrubina tal como sigue:
Bilirrubina sérica
(mg/100 ml)
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Reducción de la dosis
(%)
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1.2 a 3.0
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50
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3.1 a 5.0
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75
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Extravasación: la extravasación de la epirubicina durante la inyección intravenosa puede dar como resultado severas lesiones en los tejidos y necrosis. La esclerosis venosa puede resultar a partir de la inyección dentro un pequeño vaso, o por inyecciones repetidas dentro de la misma vena. Para minimizar el riesgo de extravasación de la droga y asegurarse de que la vena está apropiadamente irrigada después de la administración de la droga, es recomendable administrar la droga por medio de una canalización de infusión salina de libr |