No se dispone de datos clínicos sobre la exposición de la insulina glargina durante el embarazo en ensayos clínicos controlados.Existen algunos datos en mujeres embarazadas (datos entre 300-1000 embarazos) expuestas a insulina glargina comercializada que indican que la insulina glargina no produce efectos adversos sobre el embarazo y que no produce malformaciones ni toxicidad fetal/neonatal.Los estudios realizados en animales no han mostrado toxicidad para la reproducción.El uso de insulina glargina puede ser considerado durante el embarazo, si fuera necesario. Es esencial que las pacientes con diabetes preexistente o gravídica mantengan un buen control metabólico durante la gestación. Las necesidades de insulina pueden disminuir durante el primer trimestre y generalmente aumentan durante el segundo y tercer trimestre. Inmediatamente después del parto, las necesidades de insulina disminuyen de forma rápida (aumento del riesgo de hipoglucemia), siendo esencial un control cuidadoso de la glucosa.
El principio activo es el siguiente: Insulina glargina